7 averías que provocan los golpes contra los bordillos

bordillazo

Neumáticos y bordillos. Consejos de Neumáticos Paco

Para tener el coche en perfecto estado, además de un mantenimiento correcto, conviene tener buenos hábitos al volante.

Evitar los ‘bordillazos’ al aparcar es uno de ellos, porque los daños pueden ser graves.

Con un simple toque, las llantas pueden sufrir arañazos, lo que supone un mal menor comparado con la posibilidad de abolladura si se calculan mal las distancias y se golpea el bordillo con cierta violencia.

Apoyar el neumático en el bordillo es suficiente para deteriorarlo; o lo que es peor, se puede romper la banda de rodadura y provocar cortes, grietas y bultos, que aumentan el riesgo de sufrir un reventón en cualquier momento.

Un golpe contra un bordillo puede afectar de forma grave al sistema de suspensiones. Incluso pueden romperse los muelles y dañarse los amortiguadores. En este caso, el coche se conducirá con dificultad y se afectarán los neumáticos.

Para que las cuatro ruedas apoyen correctamente sobre el asfalto y se garantice, así, la estabilidad del vehículo es imprescindible que el paralelo sea el adecuado. Un golpe contra un bordillo puede comprometer el ajuste del paralelo.

Pero no solo eso, sino que también afecta al equilibrado, puesto que se pueden soltar las placas de plomo encargadas de equilibrar las ruedas. La consecuencia será la aparición de vibraciones y un desgaste desigual de la banda de rodadura de los neumáticos.

Asimismo, los bajos del coche y los parachoques delanteros pueden sufrir importantes daños ante un bordillazo fuerte. Al respecto, deben tener especial cuidado los propietarios de vehículos deportivos o que sean muy bajos.

Por último, aunque no es recomendable subir bordillos con el coche, si hay que hacerlo, Neumáticos Paco aconseja realizar la maniobra a baja velocidad, con cuidado y en diagonal o en perpendicular, pero nunca en un ángulo próximo al paralelo.

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